CONSULTA POPULAR

En estos momentos, las autoridades han quedado suficientemente desacreditadas, independientemente del bando en el que militen. Hay hasta quien se ha atrevido a proponer una nueva ubicación, en un intento –fallido- de rentabilizar una propuesta que él mismo se negó a aceptar en tiempos en que no nos hubiera costado un duro (algo parecido a lo ocurrido con el tranvía, que hoy tendremos que apoquinar a tocateja). Pero no es cuestión de hacer sangre con historias pasadas. Voy a lo que voy.
Es el momento de que sea la propia ciudadanía la que decida sobre la ubicación definitiva del dichoso Auditorio, y sean los políticos quienes acepten y acaten a rajatabla la decisión finalmente adoptada. La Navidad sería momento ideal para que el Consistorio organizara una macroexposición, donde por un lado se pudiese contemplar el tan afamado proyecto -que conocerán antes en Nueva York que en casa-, y por otro, establecer un sistema de recogida del voto -con sólo 15 días de exposición recogiendo papeletas serían suficientes-. Les sugeriría que hicieran dos maquetas o montajes fotoinfográficos, que muestren el edificio ubicado en cada una de las parcelas litigantes con el realismo suficiente como para que cualquier persona sea capaz de trasladarse mentalmente a cada futurible opción. Eso sí, habría antes que garantizar a la población que tras la consulta realizada, los políticos aceptarán y asumirán la opción que resulte mayoritaria. Les garantizo que la población sí cumplirá con su obligación. Cumplan Vds. con la suya.
Fecha publicación: 29-XI-2005