AQUÍ NO HAY MARCHA
Llevo unos cuantos fines de semana saliendo de Vitoria con distintas disculpas: una boda en Gijón, un concierto en Durango y una reunión de amigos en Santander. También soy asiduo a Bilbao y a Donosti. Aprovechando la coyuntura, siempre acabo saliendo de noche para conocer lo que allí se cuece; o socializar, que suena mejor. Es en estas ocasiones cuando sacamos el sociólogo que todos llevamos dentro, para analizar si allí la gente se mueve bajo nuestros mismos parámetros, y comprobar que los modelos se asemejan, estés donde estés. Sin embargo, muy a mi pesar, he podido confirmar algo que me venía temiendo: fuera de Vitoria la gente sale más.
Los restaurantes, bares y discotecas nocturnas estaban literalmente a rebosar de tribus de todo tipo que se relacionan o se evitan en función del tipo de garito que frecuentan: roqueros o modernos, chiquiteros o cubateros, niñatos o cincuentones, ligones sueltos o casados aferrados, todos y todas a una, fieles al ritual del "sábado sabadete , camisa nueva y …" (ya ni recuerdo lo que completaba el dicho). Sin embargo, no sé qué pasa desde hace unos años en Vitoria, que acuñamos a fuego la perorata con que titulo la presente.
Quienes tengan cierta memoria de la nocturnidad (la de los últimos 10 o 15 años), recordarán con emoción los buenos tiempos de la calle San Antonio, la Cuesta o la Zapa (ordenando por edad a sus afiliados), o dispersos locales emblemáticos que solo citaré porque ya no existen: Swing, Trazos, Josu, Dígame, Dos Pasos, Delfos, Capital, U2, Dadá o Goofy, entre otros muchos que aunque sigan abiertos, conocieron épocas de mayor esplendor. Dudo sobre la razón del cambio: cada vez resulta más caro salir, los horarios impuestos obligan al cierre en pleno fervor, y sobre todo, esa absurda coraza que nos impide hablar, relacionarnos o incluso ligar, con quien no pertenezca estrictamente a nuestro círculo. Maldito carácter local.
Fecha publicación: 15-XI-2005
6 Comments:
Pretender saberlo todo tiene el peligro de manifestar las propias debilidades y limitaciones, este peligro es aún mayor si éstas se desconocen.
Cuán patético resulta contemplar la osada ignorancia pretendiendo una erudición que no le corresponde pero equivocadamente se autosupone.
Y sin ánimo de ofender, no pretendía tal cosa.
No pretendo erudición, sólo opinión; y tan personal como que lleva nombre: el mío propio. No pretendo adoctrinar y sé que mis limitaciones son únicamente las de la educación y la cordura. Y no ofende quien ni siquiera tiene nombre...
Buena respuesta, no esperaba menos.
Has de saber que no es frecuente encontrar en los blogs palabras interesantes. Las tuyas las sigo con expectación.
Lástima que sean solamente los artículos publicados...
Muchas gracias. Me encanta percibir educación. Soy como soy, sin pretensiones... no trato de ser interesante ni de crear afines: sólo digo lo que me da la gana en un periódico, tratando de no ofender a nadie y proponiendo una óptica personal que tanto puede ser popular como absolutamente individual. Mi aportación a esta columna semanal no es más que la confirmación de que existen millones de puntos de vista sobre la misma cosa. El mío, es sólo uno. El tuyo,estoy convencido, es también muy interesante. Si quieres compartirlo, hazme saber tu blog, o directamente escríbeme a jgaritano@gmail.com
Un saludo amable
Very pretty design! Keep up the good work. Thanks.
»
Publicar un comentario
<< Home