ENTRAÑABLE RAMÓN
Son ocho los años que han pasado desde que Ramón accediera al despacho presidencial de la Diputación tras unas elecciones que pronto verán su reválida. Con el pasar del tiempo, al tratar de recapitular una época de tu vida lo más saludable es, sin duda, hacer tabla rasa o tamizar por el cedazo de tus experiencias aquellas que mejor resuman un período y, como el buen vino, degustar su sabor final.
Al margen de su gestión, que la ciudadanía deberá ser quien la juzgue, existen otro tipo de situaciones y sentimientos que quienes hemos formado parte del 'inmovilizado' foral conservaremos en el recuerdo al cabo de los años. Han existido en este camino momentos tristes que uno se afana por olvidar, aunque la naturaleza optimista a la que aspiro siempre me empuje a solidarizarme con el sufridor y a tratar de comprender la naturaleza humana, y por tanto frágil, de quien es imposible que pueda tomar la decisión más oportuna en todos los casos.
Al margen de tristuras, me reconozco leal –quizás ésta sea la palabra más adecuada- a la persona que ha representado a nuestro Territorio Histórico durante dos legislaturas. Quien le haya tratado personalmente habrá disfrutado de su carácter afable y cariñoso, honrado, humano y campechano; el de alguien que ama a su tierra tanto como a su familia, sin hacer ostentación del poder que representa y a pesar de una responsabilidad de tan sofocante peso; el del abrazo sentido que te mira a los ojos sin distinguir militancias, con la soltura de saber diferenciar a quien pide sopitas de quien reclama ayuda con angustia sincera, sin otro motor que su deber de cumplir como servidor público.
Estoy seguro de que Ramón se despide con la complacencia de haber hecho por su tierra todo cuanto ha sabido, aunque también con la amarga impotencia de reconocer que contentar a todos le fue materialmente imposible. Me siento gratificado por haberle conocido.
Fecha publicación: 24-IV-2007
Listening To The Music:
JAVIER ÁLVAREZ: ¿Por qué te vas?, 2001
Al margen de su gestión, que la ciudadanía deberá ser quien la juzgue, existen otro tipo de situaciones y sentimientos que quienes hemos formado parte del 'inmovilizado' foral conservaremos en el recuerdo al cabo de los años. Han existido en este camino momentos tristes que uno se afana por olvidar, aunque la naturaleza optimista a la que aspiro siempre me empuje a solidarizarme con el sufridor y a tratar de comprender la naturaleza humana, y por tanto frágil, de quien es imposible que pueda tomar la decisión más oportuna en todos los casos.
Al margen de tristuras, me reconozco leal –quizás ésta sea la palabra más adecuada- a la persona que ha representado a nuestro Territorio Histórico durante dos legislaturas. Quien le haya tratado personalmente habrá disfrutado de su carácter afable y cariñoso, honrado, humano y campechano; el de alguien que ama a su tierra tanto como a su familia, sin hacer ostentación del poder que representa y a pesar de una responsabilidad de tan sofocante peso; el del abrazo sentido que te mira a los ojos sin distinguir militancias, con la soltura de saber diferenciar a quien pide sopitas de quien reclama ayuda con angustia sincera, sin otro motor que su deber de cumplir como servidor público.
Estoy seguro de que Ramón se despide con la complacencia de haber hecho por su tierra todo cuanto ha sabido, aunque también con la amarga impotencia de reconocer que contentar a todos le fue materialmente imposible. Me siento gratificado por haberle conocido.
Fecha publicación: 24-IV-2007
Listening To The Music:
JAVIER ÁLVAREZ: ¿Por qué te vas?, 2001