"LE PROTECTEUR"
El pasado viernes, en Artium, tuvo lugar el esperado estreno del cortometraje dirigido por Patxi Basabe y protagonizado por Juantxo López, Manu Elizondo, Ramón Barea y un nutrido elenco babazorro encabezado por Karra Elejalde, Gorka Aginagalde, Txema Blasco o el genial José Ruiz de Azua. La premiere, al mejor estilo Hollywoodiense, con limusina y todo, se vio desbordada en su sesión doble por el numeroso público que acudió en apoyo a esta nueva pieza de nuestro ‘territorio visual’, cuya trama discurre en torno a la relación entre un empresario y su leal guardaespaldas, el singular Loló.
La peculiar relación que vincula a un escolta con la persona protegida no es la primera vez que se convierte en tema de análisis desde ópticas tan diversas como el cine, la literatura o el arte. Así, el galardonado Raúl Guerra Garrido, acaba de publicar también “La soledad del ángel de la guarda”, novela en la que se sumerge en los monólogos interiores del guardaespaldas de un profesor amenazado. Así mismo, Ángel Borrego Cubero, desarrolló hace 4 años su “Exposición vigilada II”, una instalación expuesta también en Artium, en la que desde una visión cercana al Movimiento Situacionista, reflexiona sobre la libertad vigilada que sufren las personas amenazadas, tratando de poner al espectador en la situación virtual de ser acompañado por dos personas que dirigen tus pasos.
Son sólo tres ejemplos que me sirven para ilustrar una realidad que, desgraciadamente, nos hemos acostumbrado a vivir en nuestro entorno hasta casi desapercibirla: el de aquellas personas obligadas a medir sus pasos en el mero ejercicio de la vida. Las unas, tratando de salvaguardar su integridad física, amenazada simplemente por el ejercicio libre de una opción, generalmente política, y las otras, protegiéndola con el único escudo de sus propias vidas, en pugna diaria contra el miedo, la soledad y su propio riesgo. No imagino mayor lealtad.
Fecha publicación: 17-IV-2007
Listening To The Music:
WHITNEY HOUSTON, I Will Always Love You, 1992
La peculiar relación que vincula a un escolta con la persona protegida no es la primera vez que se convierte en tema de análisis desde ópticas tan diversas como el cine, la literatura o el arte. Así, el galardonado Raúl Guerra Garrido, acaba de publicar también “La soledad del ángel de la guarda”, novela en la que se sumerge en los monólogos interiores del guardaespaldas de un profesor amenazado. Así mismo, Ángel Borrego Cubero, desarrolló hace 4 años su “Exposición vigilada II”, una instalación expuesta también en Artium, en la que desde una visión cercana al Movimiento Situacionista, reflexiona sobre la libertad vigilada que sufren las personas amenazadas, tratando de poner al espectador en la situación virtual de ser acompañado por dos personas que dirigen tus pasos.
Son sólo tres ejemplos que me sirven para ilustrar una realidad que, desgraciadamente, nos hemos acostumbrado a vivir en nuestro entorno hasta casi desapercibirla: el de aquellas personas obligadas a medir sus pasos en el mero ejercicio de la vida. Las unas, tratando de salvaguardar su integridad física, amenazada simplemente por el ejercicio libre de una opción, generalmente política, y las otras, protegiéndola con el único escudo de sus propias vidas, en pugna diaria contra el miedo, la soledad y su propio riesgo. No imagino mayor lealtad.
Fecha publicación: 17-IV-2007
Listening To The Music:
WHITNEY HOUSTON, I Will Always Love You, 1992
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