La función de un buscador de Internet, se ciñe exclusivamente en ofrecer la información que el usuario precise de la forma más ágil y sencilla posible. El negocio se consigue, conociendo y segmentando su audiencia, para, haciendo uso de las más modernas técnicas de marketing, ofrecerle rápida y directamente aquello que necesite saber, comprar o vender. Teniendo en cuenta que lo que no está en Internet, sencillamente no existe (yo soy fiel a esta máxima), quien mejor sepa ordenar, seleccionar y ofrecer su contenido, antes conseguirá un nuevo cliente.
De forma similar a como hacen los bancos desde hace tiempo, con sólo escribir una palabra en ése u otro buscador, hacer unas compras con tu tarjeta de crédito, o cambiar de canal en un televisor por cable, habrá cientos de empresas que estarán analizando tus comportamientos y acabarán sabiendo, casi mejor que tú, cómo reaccionarás ante determinado nuevo producto que puedan ofrecerte llamando a tu puerta, enviándote un mensaje a tu e-mail, o llamándote por teléfono. Como comprobarán, merece la pena cumplir las leyes de cualquier país, con tal de acceder a semejante mercado, y pensándolo bien, cualquier chino logrará encontrar información sobre Taiwán, con solo saltar de página en página.
Fecha publicación: 31-I-2006