MORALIDAD
Dice el diccionario que moralidad es sinónimo de honradez, ética y decencia, con lo que constato que el concepto real de moral dista mucho de lo que hoy se entiende por tal y por supuesto de la que alude a la de aquél sufrido alcoyano. He querido recordar su significado real, al considerar que por interferencias derivadas de creencias, religiones y filosofías varias, hemos acabado distorsionando su auténtico sentido y su verdadero valor.
Les confieso que padezco un sarpullido por infección de moralina desde la impúdica exhibición que hicieron las portadas y cabeceras de los noticiarios de televisión hace unos días, al mostrar desnudo a un hombre mientras era sometido a horribles torturas por parte de militares británicos. Menos mal que en todos los medios tuvieron el detalle de aplicar una especie de borrador digital a sus partes pudendas, o el conocido rectángulo negro, gracias a lo cual se eliminaba la visión de sus genitales; quizás sólo lo hicieran anticipándose a posibles demandas judiciales por el derecho al honor y a la intimidad; o como públicos salvaguardas de una correcta educación sexual del público infantil.
Ahora en serio: espero que comprendan que le saque toda la punta al hecho de que ahora lo inmoral sea mostrar la desnudez de un cuerpo, mientras que se considere perfectamente lícito mostrar en todos los quioscos y televisores a un hombre que está siendo objeto de vejaciones y degradantes torturas por parte de otro. La misma moralidad que permite entrevistar a auténticos sicarios o asesinos a sueldo en la televisión hablando de sus técnicas y sus supuestos valores personales. Hemos llegado a un extremo en el que sólo es real aquella sangre que salpica nuestra propia cara, pues hastiados de tanta noticia, nos olvidamos de los auténticos valores, al quedar ocultos tras la más vulgar moralina.
Fecha publicación: 21-II-2006
Les confieso que padezco un sarpullido por infección de moralina desde la impúdica exhibición que hicieron las portadas y cabeceras de los noticiarios de televisión hace unos días, al mostrar desnudo a un hombre mientras era sometido a horribles torturas por parte de militares británicos. Menos mal que en todos los medios tuvieron el detalle de aplicar una especie de borrador digital a sus partes pudendas, o el conocido rectángulo negro, gracias a lo cual se eliminaba la visión de sus genitales; quizás sólo lo hicieran anticipándose a posibles demandas judiciales por el derecho al honor y a la intimidad; o como públicos salvaguardas de una correcta educación sexual del público infantil.
Ahora en serio: espero que comprendan que le saque toda la punta al hecho de que ahora lo inmoral sea mostrar la desnudez de un cuerpo, mientras que se considere perfectamente lícito mostrar en todos los quioscos y televisores a un hombre que está siendo objeto de vejaciones y degradantes torturas por parte de otro. La misma moralidad que permite entrevistar a auténticos sicarios o asesinos a sueldo en la televisión hablando de sus técnicas y sus supuestos valores personales. Hemos llegado a un extremo en el que sólo es real aquella sangre que salpica nuestra propia cara, pues hastiados de tanta noticia, nos olvidamos de los auténticos valores, al quedar ocultos tras la más vulgar moralina.
Fecha publicación: 21-II-2006
1 Comments:
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