AUDITORIO
Agradezco la confianza de este Diario al permitirme esta columna semanal, pero disculpen que no despilfarre este espacio en loas y gracias, yendo al grano desde la primera.
Si de proyectos ilusionantes hablamos, el del Auditorio, es sin duda uno de los que más inmerecido desvelo está ocasionando a nuestro Udaletxe. Tras largos meses de tiras y aflojas, acaba de expirar el plazo para que los miembros de la oposición municipal analizaran los pros y los contras del proyecto de Auditorio. Tras más de 3 millones –de euros- gastados, es ahora cuando plantean un órdago que indefectiblemente nos devuelve al principio: la parcela. No me cabe en la cabeza que sus respectivos idearios políticos, puedan marcar la preferencia por una sobre la otra. Y menos aún que el "no cabe" argumentado, pueda prevalecer sobre el criterio técnico de un arquitecto de consolidado prestigio. Me inclino más por pensar, que se trata de una cuestión de partida de mus político, -otra más entre tanta recíproca timba-, tras la que la principal perdedora, una vez más, es la ciudadanía; ésa que paga los impuestos, y reclama sus derechos.
Me viene a la memoria el concurso que organizó el Consistorio allá por los 90, en el que la propia ciudadanía eligió entre varios proyectos la magnífica escultura que hoy preside una de las parcelas. Con más motivo, por un proyecto tan controvertido como el Auditorio, deberían ser los propios vecinos los que optaran entre Castilla-Sur o Lakua, y de paso, el lugar óptimo para albergar los futuros Congresos.
Una ciudad no es más que una gran comunidad de vecinos: en determinadas decisiones prevalece el poder otorgado a su presidente y administrador, pero nunca las voces más gritonas de la junta de propietarios. Las decisiones de calado hay que votarlas. Un poquito de ‘porfavor’.
Fecha publicación: 7-VI-2005
Si de proyectos ilusionantes hablamos, el del Auditorio, es sin duda uno de los que más inmerecido desvelo está ocasionando a nuestro Udaletxe. Tras largos meses de tiras y aflojas, acaba de expirar el plazo para que los miembros de la oposición municipal analizaran los pros y los contras del proyecto de Auditorio. Tras más de 3 millones –de euros- gastados, es ahora cuando plantean un órdago que indefectiblemente nos devuelve al principio: la parcela. No me cabe en la cabeza que sus respectivos idearios políticos, puedan marcar la preferencia por una sobre la otra. Y menos aún que el "no cabe" argumentado, pueda prevalecer sobre el criterio técnico de un arquitecto de consolidado prestigio. Me inclino más por pensar, que se trata de una cuestión de partida de mus político, -otra más entre tanta recíproca timba-, tras la que la principal perdedora, una vez más, es la ciudadanía; ésa que paga los impuestos, y reclama sus derechos.
Me viene a la memoria el concurso que organizó el Consistorio allá por los 90, en el que la propia ciudadanía eligió entre varios proyectos la magnífica escultura que hoy preside una de las parcelas. Con más motivo, por un proyecto tan controvertido como el Auditorio, deberían ser los propios vecinos los que optaran entre Castilla-Sur o Lakua, y de paso, el lugar óptimo para albergar los futuros Congresos.
Una ciudad no es más que una gran comunidad de vecinos: en determinadas decisiones prevalece el poder otorgado a su presidente y administrador, pero nunca las voces más gritonas de la junta de propietarios. Las decisiones de calado hay que votarlas. Un poquito de ‘porfavor’.
Fecha publicación: 7-VI-2005
2 Comments:
Nice! Where you get this guestbook? I want the same script.. Awesome content. thankyou.
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Pues tienes toda la razon, la polemica del auditorio ha sido como una pataleta de niños en edad escolar.
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